Suprematismo
Kazimir Malevich propone una nueva perspectiva y representación para el arte. El Suprematismo entendiendo a este como la supremacía y profundización exclusiva de la sensibilidad pura. Suprimiendo el plano consciente, lógico. Puesto que solamente lo magno recae en la sensibilidad expresada.
El autor atribuye estas consideraciones por que denota en lo objetivo, lo consciente, la obstrucción para la expresión de la sensibilidad de una manera plena.
El autor infiere que lo decisivo es la sensibilidad y con ella el arte llega a la representación sin objetos, “donde nada es reconocible fuera de la sensibilidad”.
Y remarca: “fuera las ideas, conceptos, y las representaciones solo la pura sensibilidad”
Malevich se posa en la sensibilidad como la única realidad; el remite que para la creación de formas sólo es imprescindible la sensibilidad, y lo que sobrepasa al ser humano son sus propias sensaciones, y estas tienen que ser comunicadas y situadas.
El expone que la diferencia entre el arte antiguo y el nuevo arte sin objeto y sin utilidad es que el primero se reconoce su valor artístico cuando buscando nuevas utilidades lo abandonan. Mientras que el segundo sin utilidad va un paso más y rechaza la evaluación practica.
El autor describe que el suprematismo no tiene practicidad por qué no busca que lo abandonen, ni lo superen.
El suprematismo deroga la superficialidad (mascara) de las representaciones pasadas; en la profundización de las sensaciones que percibes se esclarecen las representaciones.
“el arte no es lo que podría ser”.
Bibliografía: Mario de Micheli, Las vanguardias artísticas del siglo veinte.
Córdoba (Argentina), Editorial Universitaria de Córdoba, 1968.
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